Las complicaciones resultantes de la diabetes son sumamente previsibles. Sin embargo, la diabetes es una afección muy grave que de no manejarse con cuidado puede tener consecuencias graves. Tomar las medidas necesarias para disminuir los riesgos asociados con la diabetes implica prevenir las emergencias de la diabetes:
- Niveles bajos de glucosa en la sangre con posible pérdida del conocimiento y
- Niveles altos con posible cetoacidosis diabética (DKA por sus siglas en inglés) o síndrome hiperglucémico hiperosmolar no cetósico (HHNS por sus siglas en inglés).
La reducción de riesgos también implica la prevención de complicaciones a largo plazo, siendo las más comunes:
- Las enfermedades cardíacas
- Los derrames cerebrales (ataques de apoplejía)
- La insuficiencia renal
- Los trastornos visuales
- El daño en los nervios de los órganos internos
- El daño nervioso en los pies y las manos
- Las insuficiencias de circulación en los pies, que potencialmente podrían tener como resultado infecciones y amputaciones
Evitar estas complicaciones comienza con una atenta vigilancia de la glucosa en la sangre y la presión arterial, incluyendo el mantenimiento de registros exactos. Si fuma, deje de hacerlo. Y recuerde acudir a sus citas médicas habituales para que su médico pueda estar al tanto de la diabetes y revisar signos tempranos de complicaciones. Además, la prevención de problemas incluye:
- La planificación anticipada de días libres por enfermedad
- Tener en cuenta el manejo de la diabetes al viajar y
- Estar preparado para desastres imprevistos, tales como huracanes, inundaciones, incendios y cortes de energía
En su mayoría, los pacientes diabéticos con trastornos de la visión reducen riesgos del mismo modo que las personas con buena vista. La única diferencia es la dependencia de adaptaciones por la pérdida de visión, como planillas para registros con letra grande y equipo de control parlante. La única área en la que se necesitan habilidades de adaptación especiales es en el cuidado de los pies.
Esmero en el cuidado de los pies
Evitar la infección es muy importante en casos de diabetes. Los pies son particularmente vulnerables debido al castigo cotidiano que les aplicamos. Deben estar protegidos con:
- Zapatos que calcen bien
- Una buena limpieza
- Un buen secado después de bañarse y
- Lociones para evitar grietas
Estos cuidados son los mismos tanto para las personas con pérdida de visión como para las personas con buena visión. Otras tareas pueden significar un mayor desafío.
Corte de las uñas de los pies
Los pequeños cortes en los pies se pueden infectar con facilidad. Por eso, las personas con diabetes deben cortarse las uñas de los pies con mucho cuidado. Si padece un trastorno de la visión, puede que sea más fácil cortarse accidentalmente los dedos de los pies, en especial si los pies sufrieron daño nervioso y están adormecidos. Por lo tanto, los especialistas en cuidados de los pies recomiendan enérgicamente que las personas con trastornos visuales acudan a un podólogo para cortarse las uñas de los pies. Esto también tiene la ventaja de que un experto le revisa los pies con frecuencia. Medicare y la mayoría de los seguros de salud cubren el corte de uñas de los pies en el caso de personas con diabetes y trastornos de la visión.
Revisión diaria de los pies
Todas las personas con diabetes deben revisarse a diario los pies en busca de ampollas, cortes, raspaduras, callos y cualquier cambio en relación con el día anterior. Las personas con buena vista pueden hacerlo mirando la parte de arriba, los lados y las plantas y entre los dedos de los pies. Las personas con poca visión pero confiable pueden usar un espejo iluminado con aumento para revisarse los pies.
Si no puede confiar en su vista para detectar problemas en los pies, puede utilizar alguno de sus otros sentidos, tales como el olfato. Cuando se quite los zapatos y las medias, fíjese en el olor de los pies. Un olor muy feo en los pies suele asociarse con una infección. A veces, el olor de los pies cambia antes de que aparezca algún otro signo de infección.
También puede confiar en su sentido del tacto. Dé estos pasos para hacer una revisión táctil de los pies:
Siéntese y ponga un pie descalzo sobre las rodillas, o párese y ponga el pie sobre una silla.
Con las yemas de los dedos y los pulgares, busque irregularidades de textura en los pies y diferencias en la forma de los dedos y pies respecto a cómo se sentían el día anterior.
Comenzando con el dedo gordo del pie, toque los lados, la parte de arriba y la de abajo, y luego el espacio entre el dedo gordo y el siguiente dedo.
Prosiga tocando todos los dedos del pie.
Luego pase la mano por el borde exterior del pie, el talón y el borde interior del pie.
Posteriormente, palpe toda la superficie superior y la planta del pie.
Para terminar, dé vuelta a la mano. El dorso de la mano es mucho más sensible a los cambios de temperatura. Puede usarlo para encontrar puntos inusualmente calientes que podrían señalar una inflamación.
Sienta toda la superficie de las partes superior e inferior, los dedos y los lados del pie con el dorso de la mano.
Repita este proceso en el otro pie.
Si durante la revisión de los pies encuentra algo inusual, llame a su podólogo o a su médico de inmediato. Los pequeños problemas no atendidos pueden convertirse en grandes problemas. Por eso, asegúrese de prestar atención a los pequeños cortes, las ampollas y los callos mientras sean pequeños y fáciles de curar.